Nina Herrera: Conoce el emprendimiento chileno que conquista con cubrecamas y cobertores
Con una fábrica en Cerrillos y un equipo mayoritariamente femenino, Nina Herrera ha creado un modelo de negocio local que prioriza la calidad, la inclusión y la tradición textil chilena.
Con una fábrica en Cerrillos, la marca Casa Nina Herrera se ha posicionado dentro de la industria textil nacional. En un nuevo episodio de La aventura de emprender, el youtuber y conductor François Pouzet conoció a Nina, la dueña de la empresa textil que produce telas para vestir y para el hogar, siendo sus productos más vendidos los cubrecamas y cobertores.
François Pouzet visitó la fábrica y la tienda outlet donde Nina Herrera produce sus obras junto a cerca de 50 trabajadores. “Tenemos muchos talleres externos que les hemos habilitado en sus mismas casas, porque no pueden salir por los niños, por enfermedades de sus papás o qué sé yo, y trabajan muy bien con nosotros”, relató la dueña. Este modelo ha permitido incluir a madres, cuidadoras y mujeres que requieren flexibilidad laboral.
De hecho, un 90% de su equipo son mujeres. “No es que nosotros queramos puras mujeres, sino que en realidad son las que mejor nos han dado lo que se necesita para que el trabajo quede bien hecho”, aseguró Nina Herrera, y agregó que sus trabajadoras son quienes compran las sábanas, las cosen, y también quienes mejor entienden los estándares de calidad.
Casa Nina Herrera: el éxito de una marca chilena que transforma la industria textil
Durante el programa, Nina Herrera le mostró a François Pouzet el proceso de creación y producción de sus telas.
“Lo que tenemos acá son las telas en bruto”, explicó la dueña, mientras se cortaban cuidadosamente según los tamaños requeridos. Se trata de telas de 1000 hilos, 100% algodón. “Aquí comienza todo. Comienzan a cortar las telas, se revisan y pasan a producción o talleres externos”, detalló.
Luego, las telas pasan por un riguroso control de calidad y por una zona de bordado, donde se trabajan las sábanas con telas de 1000 hilos. Cada diseño es propio. Algunos tienen años de trayectoria porque los clientes los siguen pidiendo. “Son diseños que la gente se enamora y no quiere que los saquemos. Entonces tenemos básicos como la camisa blanca, que siempre va a destacar y es la que más se vende”. A esto se suman colecciones cápsula con una vida útil más corta.
Además, enfrentan el desafío de reutilizar los retazos de tela o merma. “Siempre estamos reinventándolos porque se pueden hacer muchas cosas. El problema es tener el tiempo y los talleres para hacerlo, porque a los talleres les gusta mucho más hacer sábanas que cosas chicas, pero lo logramos”, concluyó Nina Herrera en La aventura de emprender.

