¿El tostador es un invento chileno? Abogado experto en propiedad intelectual aclara su verdadero origen
Tras la polémica en redes sociales, un abogado explicó el origen del tostador chileno y por qué no se ha patentado como propiedad intelectual.
Está en casi todas las casas del país y sirve para tostar pan. Este instrumento se ha convertido en un elemento de cocina muy conocido en Chile: el tostador.
Sin embargo, este utensilio quedó envuelto en una polémica luego de que en redes sociales se viralizaran pantallazos del producto siendo vendido como una “parrilla para arepas”.
Esto hizo que varios usuarios recalcaran que el producto es chileno y que su mayor uso es para tostar el pan.
¿Cuál es su origen? Hasta el momento, se conoce que el tostador se creó en el campo chileno en 1920 cuando los lugareños crearon un utensilio que sirviera para calentar alimentos.
Sin embargo, el abogado Juan Pablo Zamora —socio de la firma Zamora IP— explicó el origen del tostador y la confusión que se generó tras su viralización, al asociarlo con las arepas en un video subido a TikTok e Instagram.
¿Cuál es el origen del tostador?
En su vídeo, el abogado Juan Pablo Zamora explicó que el popular tostador “es un invento que jamás ha contado con protección de propiedad intelectual” y que, además, surgió después de la aparición de los tostadores eléctricos.
A modo de contexto histórico, señaló que, según la investigación incluida en el libro 100 por 100, diseño en Chile, este artefacto se originó de forma artesanal en el campo durante la década de 1920 (tal como se conocía popularmente), en una época en la que no existía registro alguno de propiedad intelectual.
Este utensilio se popularizó con la migración del campo a la ciudad, y para la década de 1950 comenzó a producirse de manera industrial, principalmente por la empresa Virutex Ilco. En este sentido, el abogado reflexionó: “Uno pensaría que un invento como este tendría alguna protección mediante patente o diseño industrial, pero no es el caso”.
Resulta que cuando el tostador comenzó a hacerse masivo, ya llevaba varias décadas en venta, por lo que "no cumplía con el requisito de novedad que exigen tanto las patentes como los diseños industriales”.
Finalmente, el abogado apuntó que una versión del tostador con una forma específica e innovadora podría ser protegida como diseño industrial, aunque probablemente no sea rentable desde el punto de vista económico. “Este producto incluso se exporta a otros países de Latinoamérica y Europa, incluyendo Francia, España e Italia”, concluyó.