Claudio se sumergió en las aguas con mayor biodiversidad del mundo en busca del mejor buceo del Sudeste de Asia. Llegó hasta la Isla de Weh, en el Mar de Andamán, territorio de Indonesia, donde no solo exploró sus aguas, sino que conoció su cultura, la enorme devoción de su pueblo frente al Islam y por supuesto la diversidad y simpatía de su gente.