Justicia ejemplar: Joven "mula" de 23 años es condenada a 25 años de cárcel por 50 gramos de cocaína
Una estudiante de derecho enfrenta 25 años de cárcel en Dubai tras ser condenada por posesión de cocaína, resaltando la severidad de las leyes locales sobre drogas.
Las estrictas leyes sobre drogas en Dubái han llevado a la joven británica Mia O'Brien, de 23 años, a enfrentar una condena de 25 años de prisión. La estudiante de derecho fue arrestada en octubre como "mula" tras ser hallada con 50 gramos de cocaína, cuyo valor en Europa asciende a aproximadamente 2.700 euros. Actualmente, está recluida en la prisión de Al-Awir, conocida como la "Alcatraz de Dubái".
En el Reino Unido, país de origen de O'Brien, una delito similar le habría acarreado una pena de alrededor de dos años, según estimó el diario The Sun. Sin embargo, en el estado del Golfo Pérsico, la joven se enfrenta a una condena mucho más severa, lo que subraya la rigurosidad de las leyes en los Emiratos Árabes Unidos.
Leyes de drogas en Dubái en contra de las "mulas"
Dubái, parte de los Emiratos Árabes Unidos, adopta un enfoque de tolerancia cero hacia las drogas. Las normas estrictas están dictadas por la ley Sharia, que se sigue en toda la sociedad. Cualquier cantidad de drogas ilegales encontrada, incluso tan solo 0.01 gramos, puede resultar en un proceso judicial. Además, no es necesario ser descubierto con drogas en las manos; si tu sangre muestra trazas de estupefacientes, esto se considera posesión y puede ser perseguido judicialmente.
Las consecuencias por tener cantidades mínimas son severas, comenzando con un mínimo de tres meses de prisión y/o multas de hasta 23.000 euros. A medida que aumentan las cantidades, también lo hacen las penas y las sanciones se vuelven especialmente graves si se sospecha que la persona tenía intención de distribuir la droga. Las condenas de cadena perpetua, que van de 15 a 25 años, son comunes para quienes poseen grandes cantidades o venden drogas.
El suministro de drogas de cualquier tipo conlleva una pena mínima de cinco años y una multa de 13.000 euro. Esto se aplica a cualquier persona que "incite, induzca o facilite" el consumo de drogas por parte de otro, lo que significa que no es necesario haber comprado o vendido la sustancia para ser condenado. Si los estupefacientes suministrados causan un daño serio, la pena mínima puede elevarse a 10 años de prisión y una multa de hasta 43.000 euro. En casos extremos, incluso se puede imponer la pena de muerte.
Un sistema judicial complejo para los turistas
Los juicios, como el de Mia, generalmente se llevan a cabo en árabe, lo que dificulta la defensa para los turistas. Además, los errores judiciales, como ha afirmado la madre de Mia, son complicados de revertir, lo que hace que el sistema judicial esté en contra de los acusados en cada etapa del proceso.
Recientemente, otro caso notable involucró a Sam Dorman, un padre británico de 33 años, quien recibió una condena de 40 años en la prisión central de Al-Awir tras ser encontrado con 0,5 gramos de cocaína y 28 gramos en su domicilio.
Mia, de 23 años y originaria de Huyton, Merseyside, fue condenada a 25 años de prisión tras ser hallada con la mencionada cantidad de droga. Su familia ha hecho un llamado pidiendo ayuda, indicando que ella "nunca ha hecho algo malo en su vida" y que cometió "un error muy estúpido". La madre de Mia, Danielle McKenna, de 46 años, ha compartido detalles sobre la larga condena de su hija.
El arresto de Mia sucedió cuando la encontraron con 50 gramos de cocaína en su departamento en Dubái. La gran cantidad de droga estaba en "un solo gran bloque". La estudiante de la Universidad de Liverpool fue arrestada junto a dos personas más: una amiga y el novio de esta. Los tres enfrentan cargos por tráfico de drogas.
Mia fue condenada por un juez tras un juicio de un día el 25 de julio y recibió una multa de 130.000 euros antes de ser enviada a la cárcel de Dubái, conocida por su severidad. Esta prisión ha sido calificada como la versión de la ciudad rica de la infame cárcel Alcatraz.
La madre de Mia comentó que su hija siente que ha arruinado su vida, ya que su sueño era convertirse en abogada. "Hablo con ella, pero no puede decir mucho por teléfono. Solo cometió un error estúpido al ir a ver a una amiga y su novio en Dubái", expresó Danielle.


