"Mamá...": Este fue el revelador mensaje que recibió Mariana Derderián de su hijo fallecido
La reconocida actriz detalló su proceso de duelo a más de un año del trágico incidente que marcó su vida.
A más de un año del trágico incidente que marcó la vida de Mariana Derderián, la reconocida actriz reveló el poderoso mensaje que recibió de su hijo fallecido.
La actriz se sinceró sobre su intenso proceso de duelo en el podcast Sin Editar de Pamela Díaz, donde detalló no solo la extrema y a veces "loca" búsqueda que emprendió para canalizar su dolor, sino que también la frase clave que recibió de su hijo de seis años a través de una canalización.
En el capítulo, la presentadora de televisión profundizó en el impacto psicológico y físico que el trágico incidente tuvo en ella. En particular, Derderián describió cómo el sentimiento de culpa la consumió desde el inicio del evento en 2024.
"Me quemé por dentro. Estuve tres días hospitalizada y yo no podía soportar...Uno se culpa mucho, me podría haber ido yo y rescatarlo", comentó.
El revelador mensaje que recibió Mariana Derderián
Producto de su duelo, la actriz confesó que experimentó diversas terapias, algunas de ellas incluso alternativas como constelación familiar, lectura de carta astral y, crucialmente, la canalización.
La mayor liberación llegó en una de esas sesiones, en las que preguntó sobre el estado de su hijo. Ante esta pregunta, la canalizadora le dijo que su hijo estaba bien y que "está jugando con la Chuleta (mascota de Mariana)".
Sin embargo, fue una frase clave la que la ayudó a procesar aún más lo ocurrido con su hijo pequeño: "Mamá no es tu culpa".
En el podcast, Mariana le dijo a Pamela “¿tú cachai lo que me hizo esa h...?, ¿esa frase?".
Bajo ese contexto, explicó que su proceso de sanación no es lineal y ha requerido de un esfuerzo consciente para enfrentar los recuerdos, llevando su cuerpo y mente al límite.
En esa línea, Mariana explicó que se obligó a ir al extremo para entender hasta dónde podía llegar su capacidad de resiliencia, lo que la llevó a desafíos físicos como subir el monte Kilimanjaro.
“Perdí dos uñas con menos de 12 grados acampando arriba, una semana para llegar, como necesitaba ver, quería aprender resiliencia y quería ser más agradecida todavía. Es que yo soy muy al choque”, relató.