Princeso es rey por un día en Mundos Opuestos: pidió tener cita con querida participante
¡Larga vida al rey! En el último capítulo de Mundos Opuestos, Princeso se coronó como el primer soberano del reality y decretó órdenes que alteraron a más de alguno.
La jornada en Mundos Opuestos comenzó con la voz de Atenea anunciando la coronación de Princeso luego de poner un trono en medio del patio de la casa y ser el primero en sentarse encima.
Princeso, el rey de Mundos Opuestos por un día
“Princeso fue el primero en sentarse en el trono de Mundos Opuestos, lo que lo convierte en rey por un día. Ríndanse ante sus órdenes. Los habitantes de los dos mundos le deben obediencia... El rey es un soberano y puede transitar por los dos mundos por un día. Deben estar preparados para las sorpresas que se vienen. ¡Larga vida al rey!”, exclamó Atenea.
Y como todo monarca, Princeso no tardó en ejercer su autoridad. Su primera orden fue una petición personal: “Quiero una cena con la Cata”, expresó, señalando su interés en compartir un momento especial con la actriz Catalina Olcay.
Pero también tuvo tiempo para poner a prueba a sus compañeros. Cuando Alan y Daúd se acercaron a él, los obligó a hacer 10 lagartijas y 10 abdominales como parte de sus decretos reales.
No obstante, también demostró una faceta más amable: compartió chocolate con Alan y Disley, declarándose a sí mismo como un “rey piadoso”.
En su reparto de roles dentro del reinado, designó a Joche Bibbó como su guardia real y a Yoan Curtis como su sirviente, desatando risas y resignación entre los presentes.
Por su parte, Juan Pedro se proclamó "anarquista" del reinao de Princeso tras enojarse con él por tener a Joche parado a su lado. Valentina Concha también se enojó con Princeso por lo mismo, pero Joche reconoció que el Rey jamás lo trató mal.
Una de sus decisiones más comentadas fue una jugada estratégica: ordenó cambiar el desayuno del Futuro al Pasado, favoreciendo a su equipo con el fin de que pudieran estar bien alimentados antes de la competencia de equipos.
Una movida que dejó en claro que, como rey, no solo quería divertirse, sino también jugar con inteligencia.
El reinado de Princeso fue tan excéntrico como inesperado, y sin duda dejó una huella en la convivencia de Mundos Opuestos.









