Pancho, Jorge y Pedro se emocionaron con la historia de adopción de una familia
Tras un desvío inesperado, el trío de amigos se enteró de una potente historia de una familia del campo.
Pancho Saavedra, Jorge Zabaleta y Pedro Ruminot hicieron una detención inesperada.
Tras desviarse del camino que les indicaba el mapa, se toparon con la pareja de Víctor Hugo Andrade y Margot Morales.
La pareja de agricultores relató que llevan 48 años juntos.
"Desde que nos casamos, nunca hemos tenido un problema grave. Siempre conversamos y nos entendemos", relató Margot Morales.
Jorge Zabaleta les consultó por los hijos, ante lo cual, la agricultora respondió que solo tienen un hijo, el que es adoptado.
"Tiene 35. Lo recibimos de tres meses. Había una niña que tenía una hija de un año y tanto. Quedó embarazada de él pero no tenía dónde recibirlo. Hablamos con ella para consultarle si estaba dispuesto a darlo. Y dijo que sí", respondió Margot Morales.
"Él sabe toda la verdad, desde chico. Nunca hemos tenido problemas", sinceró.
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La adopción de Margot y Víctor Hugo
Pancho le preguntó a la pareja si siempre habían querido tener hijos, ante lo cual ellos respondieron que sí.
"Tuve tres pérdidas. Primero a los ocho meses. El segundo fue a los siete. El tercero a los seis. El doctor que me atendía me dice 'Vamos a tener que estudiar por qué pierde a sus hijos'", dijo Margot Morales.
"Me dijo que tengo útero bicorne. Está dividido en dos. (El bebé) se formaba normal, pero cuándo ya no quedaba espacio se reventaba", añadió la agricultora.
"Fue muy duro para mí. Nunca demostré lo que sentía, pero lo sufrí mucho", prosiguió la emprendedora agrícola.
El médico que la atendió le aconsejó que no intentara embarazarse de nuevo. Por el contrario, les sugirió la adopción.
Tras la llegada del chico, pasaron once años hasta que lograron cambiar sus apellidos.
Todo ocurrió ya que la tramitaron desde el tribunal, asunto que Margot decidió resolver presentándose en la sede de Puerto Montt.
"Ahí mandaron a buscar la carpeta de nuestra adopción y encontraron dos carpetas llenas de documentos. Solo faltaban nuestras firmas y la de nuestro hijo", comentó.
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