Tiene 24 años, vive en Ñuñoa y es estudiante de Trabajo Social. Aprendió a cocinar desde muy pequeña ya que su mamá salía a trabajar y siempre cocinaba lo mismo. A los 13 años ingresó a los scouts y se lució ganando todos los concursos de cocina que se hacían en los campamentos.

Simpática, risueña y perfeccionista en lo que a cocina se refiere, la hija de Andrés Márquez (fundador del  grupo Illapu) considera que la mezcla de sabores y la buena preparación hacen de su charquicán el mejor de sus platos para un fin de semana. 

 

 

 

 

Mayor inspiración al cocinar: Pensar en Chile y los lugares que he conocido en sus viajes por el país.

Especialidad: El chariquicán y la carbonada.

Su “última cena” antes de morir sería: La cazuela.

Mejor consejo culinario que ha recibido: Dejarse llevar y confiar en uno mismo.

Famoso, vivo o muerto, al que le haría una cena: Daniel Radcliffe. “Lo amo por siempre así que yo sería la persona más feliz”, afirma.

Plato favorito: La cazuela.

Tres ingredientes que no le pueden faltar: Orégano, pimienta y merkén.

Si fuera un sabor sería: La sandía. “Soy tierna, pero tampoco tanto. Soy como la mixtura de esa fruta: Dulces, pero con pepas”, analiza.

La música que escucha mientras cocina: Jamiroquai, Paramore, Silvio Rodríguez, Illapu, Quilapayún e Intillimani.

Jurado favorito: Yann Yvin porque “es el más lindo y me encanta que sea pesado, pero tierno a la vez”.

Ex participante con que se identifica: Ignacio.

Debería ganar la competencia porque: “Soy apasionada y porque creo que, pese a no he tenido las herramientas para acercarme a la cocina u otro tipo de ingredientes, llegar acá me ha ayudado mucho a crecer”.

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