Hoy se emitió el último capítulo de la quinta temporada de “Siempre hay un chileno”, Marcelo Kiwi, su creador y conductor, visitó Malta. La República de Malta, uno de los estados que conforman la Unión Europea, es un archipiélago ubicado en el medio del mar Mediterráneo y al sur de Sicilia.

En Malta, estado que está entre los 10 países más pequeños del mundo por su superficie, Marcelo se encontró con Lincoln Flores, kinesiólogo de profesión y nacido en Concepción, quien lleva tres años viviendo en este país. Se desempeña en la Cruz Roja en todo lo relacionado con urgencia y atención primaria de la isla. Este compatriota revelará que los malteses se caracterizan por hablar muy fuerte, como si estuvieran discutiendo, pero sólo tienen esa forma de conversar: fuerte y efusiva, cuando en el fondo son personas buenas y cálidas. Asimismo, comentó que un arriendo cuesta cerca de 900 mil pesos chilenos, con cuentas incluidas.

El joven kinesiólogo descubrió la capital, La Veleta, con sus avenidas principales, y junto a Marcelo Kiwi mostró el edificio de los Tribunales de Justicia, recordado por el caso del chileno Alberto Chang, conocido por realizar la estafa piramidal más grande de Chile y que hoy continúa viviendo en ese país. Además, Lincoln paseó por la plaza principal de Malta, donde se han grabado importantes filmes, como “Jurassic Park”, “Troya” y “Gladiador”.

El segundo compatriota fue Francisco Aros, nacido en Calama. Estudió Ingeniería Mecánica y lleva cuatro años viviendo en Malta. Decidió cambiar el rumbo en su vida y estudiar inglés. Este fue uno de los motivos por los que llegó a esta nación. Además, con el correr del tiempo estudió Medicina Estética y hoy tiene una clínica donde realiza procedimientos de belleza.

Este pequeño país se puede recorrer en tres horas en auto, de sur a norte, y tiene 365 iglesias, por lo que es un país muy católico. Sin embargo, su legislación actual permite el matrimonio igualitario, por lo que Malta es considerado un país amigable frente a estas causas. De hecho, Francisco contrajo matrimonio con un maltés, después de estudiar Medicina Estética.

Junto a Marcelo, comieron algo típico de este lugar, el reconocido “Pastizzi”, pastel de masa de hojas, relleno con queso, pistacho y pollo, entre otros alimentos. Pero para Pancho nada supera una crujiente marraqueta con palta.

Además, este joven comentó que en Malta no existe pobreza como se ve en Chile, no hay gente pidiendo en las calles ni campamentos, y hay muy poca delincuencia. 

Una de las cosas destacables que contará este calameño será cómo se vivió la pandemia en este país. “Vivir la pandemia fue un regalo, pues el gobierno pagó todos los gastos básicos y la mitad del salario a cada uno de sus habitantes. Fueron unas reales vacaciones pagadas”.

Finalmente, “Siempre hay un chileno” nos presentará a María José Segovia, quien lleva siete años en Malta. Nacida en Punta Arenas, hoy vive en Gozo, una de las islas del archipiélago. Coté llevó a Marcelo a un hermoso lugar rodeado de acantilados y juntos tomaron una embarcación para recorrer el Mediterráneo, para observar desde este punto los acantilados e introducirse a las gigantescas cuevas, el gran atractivo turístico de este lugar.

Desde este lugar llegaron a una de las playas más lindas de archipiélago, que es la Bahía de Ramla, una de las más grandes y de arenas rojizas. En este ventoso litoral, contará que encontrar trabajo en Malta va a depender de la profesión.Todo lo relacionado con turismo es fácil y todo el año se tiene trabajo, lo mismo sucede para los especialistas en informática.

Revive este capítulo en el video. 

 

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