Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos descubrió que el deterioro cognitivo o "niebla mental", una conocida secuela del Covid-19, se puede mantener por más de 7 meses.

La "niebla mental" está catalogada como una de las secuelas del Covid-19 que produce dificultad en la concentración, la memoria y falta de claridad en los pensamientos.

Ahora, un estudio de la Escuela de Medicina Icahn del Sistema de Salud Mount Sinai, en Nueva York, Estados Unidos, publicado en JAMA Network Open, detalló que casi una cuarta parte de los pacientes con Covid-19 sufrieron problemas de memoria.

La niebla mental sería persistente

El estudio también consignó que las personas hospitalizadas serían más propensas al deterioro, sin embargo, algunos pacientes ambulatorios sufrieron la misma secuela del virus.

"En este estudio, encontramos una frecuencia relativamente alta de deterioro cognitivo varios meses después de que los pacientes enfermaran por COVID-19. Las deficiencias en el funcionamiento ejecutivo, la velocidad de procesamiento, la fluidez de las categorías, la codificación de la memoria y el recuerdo fueron predominantes entre los pacientes hospitalizados", explicó Jacqueline Becker y sus colegas de Nueva York.

"Este patrón es coherente con los primeros informes que describen un síndrome disejecutivo después del Covid-19 y tiene implicaciones considerables para los resultados ocupacionales, psicológicos y funcionales", puntualizan los investigadores.

El trabajo incluyó datos desde abril de 2020 hasta mayo de 2021 sobre 740 pacientes con Covid-19 sin antecedentes de demencia y la edad media fue de 49 años.

Los investigadores encontraron que el 15% de los pacientes mostraba déficits en la fluidez al hablar; el 16% en un conjunto de habilidades mentales llamado funcionamiento ejecutivo; el 18% mostraba déficits en la velocidad de procesamiento cognitivo; el 20% en la capacidad de procesar categorías o listas; el 23% en el recuerdo de la memoria y el 24% en la codificación de la memoria, entre otras deficiencias

De igual forma, los científicos descubrieron que los hospitalizados eran más propensos a desarrollar deterioro. Por ejemplo, en lo que respecta a la memoria, los investigadores descubrieron que el 39% de los pacientes hospitalizados presentaba un deterioro en esa área, en comparación con el 12% de los pacientes que no fueron internados.

En lo que respecta a la codificación de la memoria, los datos mostraron que el 37% de los pacientes hospitalizados presentaba deficiencias, en comparación con el 16% de los pacientes ambulatorios.

Finalmente, los investigadores dijeron que "se necesitan más estudios para identificar los factores de riesgo y los mecanismos subyacentes a la disfunción cognitiva, así como las opciones de rehabilitación".

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