Macarena Figueroa come 7 veces al día para mantener su estado físico. “He tratado de mantener la intensidad de mi entrenamiento, pero ha sido muy difícil”, confiesa la joven de 25 años, quien se tituló recién en abril de este año.

Ha sido campeona de bikini fitness por cuatro años y medalla de bronce en esa misma categoría en los Juegos Panamericanos de Lima 2019. Macarena Figueroa ha tenido que mantener su estado fitness en medio de la lucha contra el COVID-19, ya que es enfermera y hace pocos meses comenzó a ejercer en la salud pública.

 

 

En conversación con el diario “Las últimas noticias”, esta joven de 25 años habló sobre cómo mantiene su rutina en medio de estos tiempos de pandemia. Específicamente, trabajando en el Centro de Salud Familiar Cirujano Aguirre (Cesfam) en Iquique, Región de Tarapacá, donde es parte de la campaña de vacunación contra la influenza.

“Ha sido un cambio drástico. Empezar la vida laboral durante la pandemia ha sido muy difícil; me ha hecho madurar un montón. Son muchos sentimientos encontrados. En la calle ves personas contagiadas, sin mascarilla, y por otro lado, algunos colegas del Cesfam han caído por el virus”, confiesa Macarena.

 

 

Esta enfermera fitness ha tenido que organizarse para mantener su dieta de 7 comidas al día. “El fisicoculturismo está ligado al aumento de la masa muscular, por eso la cantidad de comidas, principalmente proteínas, carbohidratos y vegetales. Mi entrenador me ayuda con tips para preparar recetas más fáciles y nutritivas, pero ha sido una odisea mantener la dieta en el trabajo”, revela.

 

 

De acuerdo a Macarena Figueroa, así es un ejemplo de su menú diario: “a las 7 horas consumo 800 gramos de avena, una rebanada de pan integral y cuatro huevos sin aceite; al mediodía, 100 gramos de arroz con 120 gramos de pollo; a las 15 horas, 150 gramos de camote más 120 gramos de salmón y ensaladas; a las 17 horas como 100 gramos de arroz, una lata de atún y una manzana; a las 18 horas, un batido de proteínas y una fruta; a las 20 horas, papas cocidas con pollo y por último, a las 22 horas, pescado con ensaladas”.

 

 

La joven de 25 años confiesa que el domingo es el único día en que no entrena, pero lo dedica a preparar sus comidas de la semana. En lo que respecta a su rutina de ejercicios, se levanta a las 5:40 horas para realizarlo.

“He tratado de mantener la intensidad de mi entrenamiento, pero ha sido muy difícil. Estaba acostumbrada con las máquinas del gimnasio y a levantar peso, pero ahora tengo que improvisar con unos elásticos y un par de mancuernas. Mi entrenador me ayuda con las rutinas y también con la nutrición”, agrega.

 

 

A pesar de las dificultades, esta enfermera fit tiene previsto continuar compatibilizando la enfermería con el físicoculturismo. “Son mis dos grandes pasiones y quiero hacer todo para compartibilizarlas (…) Tendré que organizarme para que funcione”, destaca.

 

 

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