120 días de arresto penitenciario. Esa fue la sentencia que el Centro de Justicia dictaminó a fines de agosto a Nano Calderón, luego de que el ex estudiante de Derecho fuera formalizado por parricidio frustrado. Hoy, según Glamorama, enfrenta el veredicto en el centro penitenciario en Centenario rodeado de gendarmes, leyendo libros y sin televisión.

 

Encerrado en una pieza abierta con ventanas al pasillo. Así se encuentra el hijo de 23 años de Raquel Argandoña y Hernán Calderón, sin tener contacto con ninguno de los 4700 presos del recinto y custodiado por gendarmes durante el día y la noche. 

 

“Fuentes del caso informan a este sitio que su mayor pasatiempo es conversar con el gendarme de turno asignado a su custodia. El turno cambia a las 8 AM, hora en que el interno se ducha”, asegura el medio y agrega que con ellos el imputado se desahoga y les habla de diferentes acontecimientos.

 

“Tiene muy buena onda con ellos y con los funcionarios de Santiago 1. Se ha manifestado contento por el trato, cosa que no olvidará. Ha dicho que, una vez que abandone la cárcel, los llamará para saludarlos y agradecerles”, continúa el texto. 

 

Nano Calderón y sus pasatiempos en la cárcel

 

Ya son tres libros los que Nano Calderón ha leído encerrado en su pieza. La misma en la que come, dice Glamorama, un menú otorgado por la unidad penal y alguna golosina facilitada por su defensa, quienes además se encargaron de enviar a alguien a cortar su pelo.

 

De acuerdo a la información recabada por el medio, el hermano de Kel Calderón se encuentra ansioso por salir de la cárcel y cumplir arresto domiciliario junto a su madre. Hasta el momento, su abogada es quien lo visita regularmente.

 

Finalmente, aseguran que el hijo menor de la panelista de "Bienvenidos" ha demostrado una conducta intachable.

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