Peggy es una perrita ovejera de edad avanzada. Fue abandonada por sus anteriores dueños, debido a que quedó sorda y esto le impedía “cumplir con su trabajo”.

De esta manera, la perrita de 10 años llegó a la Royal Society for the Prevention of Cruelty to Animals (RSPCA), y fue allí que una mujer junto a su esposo pastor, tomaron la decisión de adoptarla y darle un nuevo hogar.

Según estima BBC, si bien al principio la pareja tenía estimado cuidar de ella de manera temporal, hasta que encontraran a una familia definitiva, se encariñaron rápidamente con la adorable Peggy. Habrá sido la personalidad y entusiasmo de la perrita lo que los convenció.

Perrita consiguió nueva familia 

Al respecto, Chloe Shorten, quien adoptó a Peggy, contó que : "Decidimos que podía quedarse con nosotros temporalmente mientras encontrábamos un lugar más permanente para acogerla, pero nos enamoramos completamente de ella casi de inmediato y pronto quedó claro que no iría a ninguna parte".

Fue así que la pareja comenzó una importante laboral de enseñarle a Peggy a pastorear. En esta familia su sordera no fue impedimiento ni discriminación, ya que optaron nuevas estrategias. Fue así que, con la ayuda de una adiestradora de perros, la can pudo entender señas con las manos y el lenguaje corporal de sus dueños.

Para poder estar más tranquilos y ayudarla, Peggy cuenta con un GPS. De este modo, en caso de que sus dueños la pierdan de vista, puedan rápidamente encontrarla. 

 "Todavía está aprendiendo cosas nuevas y mejora todo el tiempo. Lo principal para nosotros fue poder decirle que es una buena chica y asegurarle que va a estar bien”, contó Chloe.

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