Jhonathan Martins Kirchhoff, de 22 años, fue condenado a 5 años por traficar cocaína. El hombre manifestó que se dedicó a esto producto de la crisis del coronavirus. Esto debido a que peluquerías y barberías llevaban cerradas muchos meses.

Se supone que fue culpa del coronavirus. Un barbero brasileño residente en el Reino Unido, condenado a cinco años de cárcel por tráfico de cocaína, aseguró haberlo hecho debido a la falta de ingresos que le causó la pandemia. Así lo informó este jueves la policía británica.

Jhonatan Martins Kirchhoff, de 22 años, con doble nacionalidad alemana y brasileña, fue detenido el 1 de julio a su llegada al aeropuerto londinense de Heathrow desde Sao Paulo, explicó la agencia británica de lucha contra el crimen NCA.

Llevaba oculta en sus maletas cocaína con un valor en las calles de unas 300.000 libras (395.000 dólares, 335.000 euros), según la policía.

El joven acabó confesando que le habían dado las maletas en Brasil para que las llevara a Bournemouth, en el sur de Inglaterra, donde trabaja como barbero, a cambio de 14.000 dólares.

Y "dijo a los investigadores de la NCA que había recurrido al contrabando de drogas para ganar dinero y pagar sus propias deudas de drogas tras quedarse sin trabajo a causa de la pandemia de coronavirus", precisó en un comunicado.

Los efectos del coronavirus

Decretado el 23 de marzo en todo el Reino Unido, el confinamiento contra el coronavirus mantuvo comercios no esenciales como peluquerías y barberías cerrados en Inglaterra durante más de tres meses, hasta el 4 de julio.

El barbero brasileño compareció el 27 de agosto ante un juez de Isleworth, al oeste de Londres, y fue condenado a cinco años y cuatro meses de cárcel.

"Las redes de crimen organizado están más que felices de utilizar a personas como Kirchhoff como mulas para traer drogas ilegales al Reino Unido", afirmó Andy Noyes de la NCA, considerando que "sin duda sus conexiones con Brasil lo hacían un candidato ideal".

"El grupo para el que trabajaba fue desmantelado", aseguró sin más precisiones.

AFP

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