Esta noche en De Tú a Tú, Martín Cárcamo llegó hasta la residencia de Rafael Araneda, quien recordó el difícil momento que vivió después de sufrir un asalto con su familia.

Rafael Araneda fue el protagonista de una nueva conversación en De Tú a Tú. El animador se sinceró con Martín Cárcamo y habló sobre su vida en Miami, su familia y la adopción del pequeño Benjamín.

El comunicador se refirió a las razones que llevaron a su decisión de buscar nuevas oportunidades en Estados Unidos, diciendo que no pasa por un cálculo financiero y que ha sido un cálculo de pasión, de proyectos, de buscar nuevos desafíos, de darle a sus hijos la posibilidad de desafiarse. 

El violento asalto que sufrió junto a su familia

Araneda agregó que la decisión pasa también por el asalto que sufrió en su casa en Santiago.

“Tuvimos un asalto súper violento y de ver que esto se empieza a hacer súper habitual… es de todos los días, uno no puede vivir así (…) Yo teniendo reja, doble reja, alarma, ¿qué pasa para los que no?”, señaló Rafael. 

Asimismo, agregó que “no es portonazo, es invasión a la propiedad privada, aquí se habla de portonazo… Esa es la otra, la prensa habla de portonazo, no habla de violación a la propiedad privada, no hablan de robo con intimidación, usan las palabras no adecuadas”.

Relata que entraron seis personas a su casa, “tenían apuntados con pistolas y con cuchillos a mis hijos, súper valiente además los hue…, a Vicente le ponen una pistola en la cabeza, a la Florencia acá (apunta a su abdomen), las tenían en otro sector con la Marcela”.

Se refirió a su reacción en momento asegurando que fue de “angustia total, veía todo esto en cámara lenta. Yo me quería morir y no podía hacer nada. Sentía que no podía proteger a los míos. Estaba para proteger y yo no los podía proteger”.

Afirma que entregó todo, que tuvo paciencia, pero que cree que lo acompañó su padre porque no les pasó nada respecto a lo físico, porque aclara que en lo emocional, “duele mucho, todos fuimos al psicólogo, yo fui al psiquiatra, cada uno vive su proceso de manera distinta”.

En tanto, recuerda el proceso judicial que vivió cuando fueron atrapados declarando que “siendo víctima, no es justo. Yo tengo que aportar las pruebas, la fiscalía tiene que aportar sus pruebas, yo tengo que identificar a los delincuentes. La víctima le tiene que dar la cara a estos hue…, ellos tienen el derecho de quedarse callado. La víctima tiene que hablar, la víctima tiene que apuntar, la víctima lo tiene que tener ahí al frente, mi hija tuvo que verlos nuevamente”.

Rafael Araneda admite que el violento episodio que vivió con su familia también es parte de la razón de porque se fueron a vivir a Miami, “yo quiero vivir tranquilo. Aquí no hay rejas, aquí no hay llaves. Acá si un delincuente hubiese hecho lo mismo le dan 40 años (…) Fue súper duro me sentí un inútil”.

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