Rebeca Naranjo lleva 3 años de relación con Nano Calderón, tiempo después comenzaron a vivir juntos, luego decidieron ir a vivir con el padre del joven, allí ocurrieron situaciones que incomodaron a la joven quien decidió querellarse por abuso reiterado

La joven decidió hablar con Bienvenidos y contarnos su verdad, Polo le preguntó sobre las primeras señales que la incomodaron son su suegro.

Rebeca Naranjo nos contó que en febrero Hernán padre estaba de viaje y él la llamaba mucho, “pero yo siempre lo tomé como que era un padre preocupado y que quizás quería saber de Nano y como Nano atendía, yo contestaba las llamadas, preguntaba por Nano y por mí.”

“Yo me empecé a sentir incómoda en febrero un día que yo estoy en la cocina y él llega me saluda, me pregunta como está todo, porque ya estábamos empezando la cuarentena, yo le dije que había estado todo el día en la casa, él me toma por detrás, me da un beso en cada mejilla y me toma por la cadera y me dice que descanses. Aquí es cuando yo sentí algo, como quizás insinuación o me sentí extraña y es aquí cuando yo le comento a mi mejor amiga que me sentía un poco extraña con la situación” relató la joven.

Rebeca Naranjo le contó a su mejor amiga por WhatssApp “le dije que me estaba pasando una situación incómoda porque no sabía las intenciones con al que él la estaba haciendo.”

La joven no quiso contarle a su pololo Nano Calderón porque “no podía justificar sin antes saber o tener algo que me diera la firmeza de que lo que yo estaba interpretando era cierto.”

Segundo episodio de acoso que contó Rebeca Naranjo

Luego Rebeca Naranjo nos contó de un segundo episodio que vivió con su suegro, el 19 de marzo, ella tiene una tienda y estaba revisando las cajas con stock que tenía en la pieza de invitados, ella estaba agachada viendo los productos “en eso siento una persona por detrás que me agarra yo nunca me imagine que era el señor Hernán, jamás, y me empiezan a tocar la piel, en este momento me dicen que tengo la piel rica, suavecita y ahí es cuando yo tomo en cuenta de que realmente no era Nano (llora) que era él, yo la verdad tenía mucho miedo, sigo con miedo, me daba miedo hablar, que no me fueran a creer, que me fueran a cuestionar.”

Ella cuenta que en ese momento se paralizó, empezó a temblar y transpirar, se para y cierra las cajas rápidamente para irse a su pieza y su suegro le dice que tenía algo en su short, ella le peguntó qué era, cuando se da vuelta ve una mancha blanca y le dice que probablemente era cloro “ahí él se me acerca al cuello y me dice ‘cosita bien hecha tú’ yo obviamente no sabía que hacer me fui desesperada a la pieza.”

“Es ahí cuando yo me doy cuenta que lo que estaba sospechando verdaderamente era cierto” sentenció Rebeca Naranjo

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