Rebeca Naranjo lleva tres años de relación con “Nano”, el hijo menor de Raquel Argandoña. Hace unos meses –y por temas económicos- ambos se fueron a vivir a la casa Hernán Calderón Salinas. Hoy el joven de 23 años es acusado de parricidio frustrado tras agredir al abogado, mientras que ella presentó una querella en tribunales por abuso sexual reiterado.

“Siempre fue, al principio, como preocupado. Me sentí acogida con él”, indicó la joven, quien asegura que fue en el mes de febrero cuando las actitudes del abogado habrían encendido la alerta.

“Él me toma por detrás, me da un beso en cada mejilla, me toma por la cadera y me dice que descanse. Aquí es cuando yo sentí algo como –quizás- insinuación, me sentí extraña. Y es aquí cuando yo le comento a mi mejor amiga que me sentía un poco extraña con la situación”, afirmó Rebeca Naranjo en conversación exclusiva con Bienvenidos.

Indicó que un día del mes de marzo, mientras estaba agachada revisando unas cajas en la pieza de invitados, fue abordada por Hernán Calderón Salinas, en hechos que están siendo materia de investigación por parte de la justicia.

“Yo nunca me imaginé que era el señor Hernán, jamás. Y me empiezan a tocar la piel. Me dice que tengo la piel rica, suavecita. Y ahí es cuando yo tomo en cuenta que realmente no era “Nano”, era él. La verdad es que yo tenía mucho miedo. Sigo con miedo. Me daba miedo hablar, que no me fueran a creer, que me fueran a cuestionar. Me paralizo, empiezo a temblar, a transpirar. Me paro, y cuando me paro cierro las cajas rápidamente como para irme corriendo a la pieza y él ahí me dice que tenía algo en mi short (…) Yo le dije que probablemente era cloro. Ahí él se me acerca al cuello y me dice “cosita bien hecha tú””.

Habría sido después de ese hecho cuando Rebeca Naranjo decidió irse al departamento de su hermana. Momento en que –afirma- recibió constantes llamados del abogado y expareja de Raquel Argandoña.

Rebeca Naranjo y el momento en que le contó su verdad a “Nano”

Tras regresar a la vivienda que compartían con Hernán Calderón Salinas, la joven afirma que comenzó a sentir cada vez más temor.

“Me daba miedo que él fuera a entrar y me fuera a seguir tocando o que quizás me fuera a violar”, señaló evidentemente conmocionada.  

Asegura que ya en esa instancia se “sentía desesperada”. Y que tras una discusión con “Nano” decidió irse del lugar, hecho tras el cual encontró la oportunidad de revelarle lo que habría estado viviendo.

“Traté de disfrazar las cosas y no le conté mayor detalles. Nano me suplicó, me suplicó, me suplicó que le dijera si el papá me había tocado y yo siempre le mentí”, puntualizó Rebeca entre lágrimas.

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