La primogénita del autor del crimen de Ámbar Cornejo conversó en exclusiva con Bienvenidos y reveló detalles respecto a las amenazas que ha recibido su familia tras el asesinato y comentó sobre el vuelco que tuvo el caso tras la detención de la madre de la joven.

Casi dos meses se han cumplido del macabro crimen de la joven Ámbar Cornejo. Hugo Bustamante, imputado por el caso, permanece tras las rejas pero su pareja, Denisse Llanos, también fue detenida por la PDI ya que habría estado involucrada en la muerte de su hija.

En ese contexto, la Hija de Hugo Bustamante, reaccionó sobre los hechos y señaló respecto a la detención de Llanos que “en cierta manera lo esperaba (…) Ellos permanecían siempre juntos, había cosas que igual no me calzaban en muchas de las cosas que me dijeron. Me decían que la niña había ido y después se había devuelto, después no, que no se había devuelto, que la niña había salido de la casa… entonces eran como muchas contradicciones”.

La mujer también señaló que cuando le consultó directamente a su padre si tenía responsabilidad en la muerte de Ámbar, éste le negó cualquier culpa. “Era convincente, se veía tranquilo. O sea, imagínate, PDI fue dos veces al domicilio y no encontró nada. O sea, quién era yo para seguir incriminándolo, juzgándolo si PDI no había sido capaz de encontrar nada en ese domicilio”.

No obstante, una vez que todo salió a la luz pública y pudo conversar frente a frente con él, la joven indicó que “me miraba y me decía que por favor lo perdonara por no ser el padre que yo merecía, que él no merecía tener una hija como yo”.

Los resguardos que ha tenido que tomar la hija de Hugo Bustamante tras amenazas

La hija del imputado señaló que ha recibido amenazas tras el acto cometido por su padre y que ha tenido que tomar medidas de precaución para evitar que los niños se enfrenten a cualquier situación incómoda. “Los resguardos que he tomado con mis hijos es, por ejemplo, en mi casa no se prenden televisores, no se habla del tema. Mis hijos no pueden salir a algo tan simple como jugar en el patio de la casa, por miedo a que llegue alguien y les quiera hacer algo”.

“El llamado mío es a que la gente pare con esto. Tanto por las amenazas a mí como a la familia de él. Nosotros no tenemos la culpa de lo que él hizo. El tener este apellido pesa y mucho”, señaló.

“Uno de los tantos mensajes que me llegaron y que me dolió en el alma, porque de verdad tocaron a mis hijos, como aconsejándome que buscara a un psicólogo o un psiquiatra para empezar a tratar desde ya a mis hijos porque tanto yo como mis hijos éramos potenciales asesinos. Entonces son palabras que duelen”.

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