El último registro de Catalina Álvarez data de la madrugada de 23 de junio de 2019, cuando salió desde la casa de una amiga en el sector de Placillas Morales en Copiapó para tomar un colectivo que la reuniría con su madre. Hecho que jamás ocurrió.

Según relata su madre, la adolescente de 16 años efectivamente se subió a un vehículo, tal como lo pudo constatar tras la última conversación que sostuvo con ella antes de desaparecer.

“Yo a las 02:57 la llamo y ella me dice mamá, ya voy en el colectivo (…) A las tres un cuarto de la madrugado lo único que escucho de mi hija es el ay mamita. Y llorando, lejana del teléfono. Y eso es lo púnico que escuché y de ahí su teléfono se apagó y nunca más supe de mi hija hasta el día de hoy”, cuenta Ximena Godoy.

Tras cumplirse cerca de un año desde que las investigaciones por el caso de Catalina Álvarez se estancaron, hoy fiscalía vuelve a retomar el caso. Esta vez un grupo especializado salió una vez  a inspeccionar unos piques mineros ubicados a 60 kilómetros de la ciudad de Copiapó.

“Este día viernes hemos reiniciado la búsqueda de Catalina. Nosotros hicimos búsquedas en julio-agosto-septiembre; enero-febrero- marzo. El resto del tiempo, octubre-noviembre-diciembre y de marzo hasta el mes, pasado no habíamos podido; primero por la contingencia del estallido social y luego la situación de pandemia, no habíamos podido hacer búsquedas”, indicó el fiscal jefe de Copiapó, Christián González.

¿Por qué esa zona? Peritajes telefónicos situaban el martes 23 de junio en ese mismo sector al único sospechoso en este caso.

La inspección fue apoyada con el trabajo de un dron de la PDI y permitió además ubicar nuevas zonas de búsqueda que de inmediato fueron fijadas como puntos de interés para el próximo recorrido.

El sospechoso en el caso de Catalina Álvarez

Hugo Pastén Espinoza es el nombre que figura en la carpeta investigativa por la desaparición de Catalina Álvarez, caso por el cual cumple hoy prisión preventiva en el Centro de Detención Penitenciario de La Serena.

El hombre habría conducido el taxi que tomó la joven para regresar a su casa la madrugada del 23 de junio, un sujeto que es sindicado como “el psicópata de Copiapó” y que ya cuenta con antecedentes penales.

El julio de 2005 fue condenado a 24 años de cárcel por el delito de robo con violación contra dos mujeres. Sin embargo, obtuvo la libertad condicional por buena conducta en 2017.

 

 

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