Esta vez fue el turno de la comuna de Lo Espejo donde el periodista Andrés Armijo se sumó al patrullaje nocturno junto a personal de carabineros.

Todo comenzó con unos jóvenes que estaban comprando completos a minutos de iniciarse el toque de queda. Personal policial le consultó a la dueña del local por qué estaba atendiendo a esa hora de la noche.

“Necesito trabajar, dependo de esto no más”, precisó la mujer.

Más tarde nuestro equipo fue testigo de un grupo de individuos que –supuestamente- estaban intentando ingresar a una panadería.  Al ser fiscalizados tampoco contaban con un salvoconducto para transitar durante el toque de queda.

Nuestro reportero  constató cómo la gente insiste en circular por la vía pública pese a las restricciones sanitarias establecidas.

Tal fue el caso de unos jóvenes que se encontraban al interior de un vehículo bebiendo alcohol.

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