Son personas que pusieron su vivienda en arriendo para generar un dinero extra, pero viven una pesadilla por inescrupulosos que tienen sus casas tomadas y no les pagan.

Son los rostros que representa a miles, los dueños al menos en el papel de casas que fueron arrebatadas de sueños que quedaron en el aire, solo tienen deudas, pero no un techo.

Dejaron entrar a sus casas a quienes hoy no quieren devolverlas ¿Qué tan fácil es apropiarse de una casa en nuestro país?, por los testimonios que recopilamos parece ser más fácil de lo que pensamos.

Casas tomadas por usurpadores

Este es el caso de Andrea, es comerciante ambulante y tienen dos hijas, una de ellas con una enfermedad compleja, le toca enfrentar el azar de la economía de la calle a diario, hay días mejores que otros, pero a final de mes cumple con pagar sus cuentas.

Ella tiene su casa propia, sin embargo, debe vivir en una casa arrendada pagando las cuentas básicas ya que su propiedad fue usurpada.

Andrea paga más de $200 mil mensual por una pequeña casa de madera en donde vive con sus hijas, pero ella tiene vivienda propia, es un departamento en el que vive otra mujer que ya le dijo que no se la devolverá.

El origen del problema fue un arriendo, Andrea ganó su departamento por subsidio, pero al ser una vivienda social no podía arrendarla ni venderla por una cantidad de tiempo determinado. Pero debido a la enfermedad de su hija obtuvo un permiso especial para poner en arriendo su propiedad.

Todo estaba en regla hasta que un mes antes de la pandemia la mujer que le arrendó el departamento dejó de pagarle y tiene su casa tomada.

Otro caso es el de Nicolás quien compró un departamento hace un año y aún no ha podido cruzar la puerta de entrada y es que cuando la adquirió la tenía una arrendataria en su interior, la misma que no ha podido desalojar y quien le pidió dinero para retirarse del lugar y lo peor, es una mujer con la que tiene algún parentesco.

Como estos los casos similares de usurpadores de viviendas son muchos.

 

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