Nos trasladamos nuevamente hasta San José de Maipo para conocer más historias de personas que lo perdieron todo tras los aluviones ocurridos el pasado fin de semana.

Esta vez en Aquí Somos Todos nos activamos por seis familias, alrededor de 24 personas, las que actualmente están viviendo en la Escuela de Melocotón, recinto que alberga a los damnificados del sector de San Gabriel.

“Se necesita mucha contención psicológica. Son gente muy humilde que lo perdió todo”, señala Paulina Ríos, profesora de este establecimiento educacional.

Conversamos con Patricia Martínez o también llamada la “matriarca” por quienes componen su familia. Es una adulta mayor que vio cómo su casa fue completamente destruida producto del aluvión. “Empiezo a mirar y viene el rodado atacando la otra casa”, comenzó señalando Patricia.

Según sus palabras, salió de su casa y tomó a su nieta para escapar: “Me tomo de la reja de unos vecinos y empecé a caminar, y gritaba aluvión, aluvión”, aseguró. Luego, al salir del barro “me doy la vuelta del paradero y nos juntamos todos con los niños, todos embarrados, todos mojados. Salvando a mi nieta, salvando a otra gente que se los llevaba el aluvión”, manifestó Patricia.

Finalmente expresa que el dolor que le provoca haber perdido todo lo que construyó durante tantos años. “A mí me ha costado mucho. Yo llegué en el año 80’ acá. El sacrificio de uno, mis plantas, todo mojado”, comentó la adulta mayor.

Otras familias afectadas en San José de Maipo

Ariel Mesina es otro de los vecinos que perdió la totalidad de su hogar. Su suegra es Patricia, y al igual que ella no es capaz de contener su emoción ante lo ocurrido

Al comprobar en terreno cómo quedó su hogar, podemos ver que el barro cubre casi dos metros. Una de las cosas que más lamenta Ariel, es que las habitaciones de sus hijos también quedaron bajo el barro, asi como también las cunas de sus mellizas de tan sólo un año y medio.

“Es inevitable no llorar. Una rabia, una impotencia, un nudo en la garganta que se te hace, de ver tus años de esfuerzo así. Aquí yo tenía mis herramientas, mis cosas. Yo trabajo en construcción de forma particular. Perdí todas mis herramientas”, expresó Ariel.

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