En Aquí Somos Todos conocimos la historia de Irma, una emprendedora que debió cerrar su pyme producto de la pandemia y no recibió ningún bono.

Hace tres años la señora Irma Mazuela invirtió en su negocio. Para hacerlo debió endeudarse en un crédito y así logró instalar su soñada librería en Santiago Centro. Ella es una mujer de esfuerzo y trabajadora, que vio en su pyme una posibilidad de surgir.

“De repente me llamaban la atención aquí, porque se abren las puertas a las 9 de la mañana y yo a veces a las 07:30 AM estaba aquí. Pagaba mi arriendo normal. Pagaba mi dividendo que para mí es una de las cosas que más me importa, esa era mi vida”, contó la mujer.

Sin embargo, esa realidad cambió. drásticamente a partir de finales del 2019, ya que tuvo que cerrar su local producto del estallido social y después no pudo volver a abrirlo producto de la pandemia.

"Primero fue el estallido y después altiro vino la pandemia. Ahí ya empezó todo a decaer. Estuve marzo, abril, mayo,junio, julio, agosto y septiembre encerrada en mi casa sin poder vender ni una resma", reveló Irma sobre su situación.

Las consecuencias del quiebre de la pyme

Irma, con gran pesar, tuvo que tomar la dolorosa decisión de cerrar la librería que levantó con tanto esfuerzo. Los ingresos se redujeron a cero y hoy corre peligro el departamento en donde vive junto a su hija, ya que no puede seguir pagando el crédito hipotecario. Lo más insólito es que, a pesar de su situación, no calificó para recibir los beneficios del Gobierno.

"No recibí nada, absolutamente nada., porque ahora soy más rica que ayer. Yo lo que más pido y lo que más quiero ahora es que mi hija estudie. Yo calificaba dentro del 80% más pobre, ahora soy 90%, o sea soy más rica", manifestó la emprendedora con impotencia.

La situación de Irma es indudablemente representativa. Debe perder su departamento, se siente abandonada y mira con dolor como su emprendimiento, con el que un día soñó salir adelante, hoy se desmorona.

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