No, aunque no lo creas no es Mercurio. Es Venus y la respuesta está en su composición atmosférica.

Solemos creer que el planeta más caliente del Sistema Solar es Mercurio por ser el más cercano a la estrella. Pero la ciencia y la astrofísica nos dicen que el que tiene ese récord es Venus. 

¿Cómo se determina esto? La respuesta está en la composición atmosférica de Venus. Esta contempla un 96% de dióxido de carbono en abundancia. Le sigue el nitrógeno en un 3%. El resto está conformado por otros gases como azufre, argón e incluso vapor de agua. 

Es este gas el que provoca las grandes temperaturas que posee. La llamada también "estrella" por ser el más brillante de todos los planetas, también posee el efecto invernadero que se desarrolla en la Tierra.

Sin embargo, en el "Planeta Azul", el dióxido de carbono apenas representa el 0,04% de los componentes que hay en su atmósfera. Aquí, la Tierra posee un balance de energías propia, que permiten la proliferación de la vida, tal y como la conocemos. 

Ahora bien, la densidad de Venus es tanta, que no resulta viable observar su superficie directamente. Solo se han podido generar mapas de él, con ayuda de radares en sondas que lo han orbitado, pero su exploración es muy dificultosa. 

¿Y Mercurio? 

Mercurio tiene una composición atmosférica distinta a la Venus. Tiene un 42% de oxígeno, un 29% de sodio, 22% de hidrógeno, 6% de helio, 0,5% de calcio y otro 0,5% de potasio. También se han encontrado trazas de otros compuestos, como dióxido de carbono, magnesio, agua, nitrógeno y otros gases nobles. 

Como podrás observar, Mercurio tiene muy poco dióxido de carbono frente a Venus. Esto quiere decir que no posee el efecto que hay en el segundo planeta del Sistema Solar y en la Tierra. Mercurio es mucho menos reflectante y prácticamente su atmósfera es inexistente, mientras que la de Venus es muy espesa. 

Así que si un día te quieren pillar preguntando cuál es el planeta más caliente del Sistema Solar, no lo pienses dos veces, es Venus.