La mañana de este miércoles, en una ceremonia realizada en la Biblioteca Nacional, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio anunció que el premio bianual (que se entregó por primera vez en 1942) recayó este año en la poeta de Lebu, Elvira Hernández.

Bajo el seudónimo de Elvira Hernández, la obra de María Teresa Adriasola destaca por su poesía femenina y su carácter experimental, motivo por el que su trabajo ha sido denominado como neo-vanguardia, grupo en que se contempla el trabajo de poetas como Raúl Zurita, Soledad Fariña, Verónica Zondek y Juan Luis Martínez.

Nació en Lebu el año 1951 y desde temprana edad ha alcanzado una significativa difusión nacional y continental, consolidándose como una de las voces femeninas más singulares de la poesía contemporánea chilena y latinoamericana.

Sus letras surgieron y desarrollaron en medio de la dictadura de Augusto Pinochet, de donde sobresalen el quiebre de la sintaxis tradicional, el uso de múltiples recursos discursivos provenientes de la cultura tradicional y el ámbito popular.

Algunos de sus temas recurrentes en su poética han sido el viaje (metafórico o real), la ciudad, el desarraigo o la marginalidad, entendida no sólo como condición social, sino como reflejo de una situación periférica y sus letras se transformaron en un ícono de la resistencia.

Entre sus libros destacan: “¡Arre! Halley ¡Arre!” de 1986, “Meditaciones físicas por un hombre que se fue” de 1987, “Carta de viaje” de 1989, “La bandera de Chile” de 1991, “El orden de los días” de 1991, “Santiago Waria” de 1992 y “Álbum de Valparaíso” de 2003.

Fueron 20 los postulantes a este reconocimiento 2024. Los últimos ganadores fueron Diamela Eltit, en 2018; Elicura Chihuailaf, en 2020 y Hernán Rivera Letelier, en 2022. De acuerdo a la Ley Nº19.169, Elvira obtiene un diploma, una suma única ascendente a $6.500.000, y una pensión vitalicia mensual equivalente a 20 Unidades Tributarias Mensuales (cerca de $1.300.000 pesos).