No cabe duda de que hoy las mujeres son parte de los principales agentes de cambio del planeta. En todo el mundo representan un papel esencial como líderes en cuanto se produce alguna crisis. Es más, según las Naciones Unidas, las mujeres destacan por su capacidad única de ser impulsoras de soluciones. 

En Chile se han vuelto pioneras en la adopción de técnicas innovadoras para el desarrollo sostenible. A continuación destacamos los proyectos de cuatro de ellas.

Bárbara Saavedra x Wildlife Conservation Society Chile

Directora en Chile de la organización internacional de conservación de vida silvestre y hábitats naturales, Wildlife Conservation Society (WCS), Bárbara ha dedicado su carrera entera a la conservación de la biodiversidad chilena. Hace 18 años creó un proyecto de conservación en Tierra del Fuego que hoy cuenta con un equipo de más de 40 personas. 

El proyecto Karunkinka es un laboratorio de más de 300.000 hectáreas donde se crean herramientas de conservación y educación que generan conocimiento y conciencia sobre la relevancia de la biodiversidad de la región. Para Bárbara, la actividad económica más importante es la conservación, y el desafío está en hablarle justamente a las personas que son distintas a uno. Actualmente participa en Consejos presidenciales, ministeriales y sectoriales para transmitir la necesidad de integrar la conservación de la biodiversidad en el proceso de desarrollo en Chile. 

Según la bióloga y ambientóloga chilena, como país tenemos una desconexión con la naturaleza que es propia de nuestro país, debido a la cantidad de especies introducidas. Bárbara no entendía cómo no existían tazones o libros con la flora y fauna de Chile. Por eso, el emprendimiento de las chilenas que les hablaremos ahora la puso muy contenta.

 

 

Magdalena Armstrong y Camila Dorner x Garuga

“Uno ama lo que conoce y protege lo que ama”, nos dice Magdalena quien a través de sus ilustraciones encontró una fórmula para proteger y conservar la naturaleza. Con la ayuda de su partner Camila, el 2016 comenzaron su emprendimiento desde el sur de Chile. Hoy tienen una empresa reconocida a nivel nacional con clientes de todo el mundo. 

Para Magdalena, no podemos utilizar la belleza de la naturaleza sin entregarle nada a cambio. A partir de esa creencia y con la innovación de Camila, surge Garuga. ¿Qué es lo que hacen? En palabras simples, imprimen dibujos de la flora y fauna chilena en poleras y objetos como tazones o cuadernos. ¿Lo especial? Cada ilustración representa una especie distinta. Y según la especie ilustrada en el producto, un porcentaje de las ventas recae en una fundación u organización que preste ayuda a la conservación de ese animal o planta.

Productos de calidad hechos 100% a mano. Con un detalle y precisión que enamora a sus clientes. Las ilustraciones de Magdalena logran captar la vividez de los animales. Pocos quedan indiferentes ante su belleza. Un emprendimiento de gran impacto que logra educar sobre las amenazas y estado de conservación de las especies chilenas, siendo además un aporte a la conservación de quienes se esmeran en cuidar nuestra flora y fauna. Si quieres conocer las especies que protegen, puedes visitar la sección especial en su sitio web.

 

 

Consuelo y Cristina Yavar x Flux

Ambas madres de niños pequeños, comenzaron a rodearse de muchos juguetes que se transformaban en basura rápidamente. El origen de los mismos y las compras de las abuelas impulsivas, no ayudaban a manejar la situación… Cada año generamos el plástico equivalente a todos los edificios de Nueva York. Por eso, #conelmismoplástico Consuelo y Cristina crearon piezas funcionales, resistentes y con una innovadora propuesta estética. 

Flux es un emprendimiento que vende planchas de plástico HPDE. Un material más duradero e higiénico que varios elementos, incluso la madera. Resistente, rayable, lavable y sin sustancias peligrosas. Con pequeñas marcas de colores que demuestran la historia detrás del producto. La dupla de diseñadoras Yavar, junto a su hermano sociólogo, lograron entender que, para masificar la economía circular, debían crear productos deseables. “El incentivo del reciclaje no puede ser la pena”, cuenta Consuelo. 

Las planchas son hechas con un solo tipo de plástico, por lo que, además de ser recicladas, son 100% reciclables. Pero, no es la sustentabilidad lo que conquista a sus clientes, sino las cualidades técnicas y estéticas de las planchas de Flux que hoy se utilizan para interiorismo y reconstrucción. Consuelo y Cristina Yavar nos invitan a encontrar la belleza y funcionalidad en las piezas que no son perfectas o nuevas, revalorizando así los residuos.

 

 

Maria Prieto x Kombuchacha

La kombucha es una bebida fermentada que tiene un ligero sabor ácido y con grandes beneficios para el hígado y los riñones. Con la idea de mejorar la nutrición de su hija, Maria pensó prepararla para consumo familiar. Pero sus vecinos comenzaron a comprarle su receta, la cual transportaba en botellas de vodka recicladas, cuál pisco sour casero. 

Kombuchacha se convirtió en el sueño de quien desde pequeña supo que quería dedicarse a la conservación del medio ambiente. Agricultora con un tremendo amor por la naturaleza, el negocio de Maria elabora bebidas a partir de materias primas no genéticamente modificadas y provenientes de campos que no utilizan fertilizantes ni pesticidas químicos. El resultado: una bebida orgánica, vegana y sin gluten, 100% natural, en la cual todas las decisiones que se toman tienen en cuenta el impacto que se provoca al medio ambiente. Para Kombuchacha, el futuro no es sustentable, sino regenerativo. 

La bebida tiene cuatro sabores, original, arándano, cedrón y té verde. La encuentras en negocios locales y grandes cadenas de supermercados desde Arica a Puerto Natales. Puedes beberla sola, o preparar creativas recetas con y sin alcohol como las que comparten en sus redes sociales.