El proyecto une matemáticas y actividad física en colegios de zonas rurales de nuestro país.

En "Energía Infinita", la actriz y conductora Juanita Ringeling viajó hasta Canela Baja, en la Región de Coquimbo, para conocer Momat, una iniciativa que une matemáticas y movimiento en las escuelas.

Este innovador programa se encarga de transformar la enseñanza de las matemáticas a través del juego y el movimiento. Su objetivo: reducir la ansiedad por esta materia y fomenta una relación más positiva con el aprendizaje. 

"El hecho que nosotros estemos ubicados en una zona semiurbana, eminentemente rural, es un tremendo desafío poder traer a la escuela y a nuestros niños oportunidades de aprendizaje que sean un símil de lo que están aprendiendo también otros niños en nuestro país con otros recursos. No solo desde la perspectiva económica, sino también de la posibilidad de acceder a la cultura, al conocimiento, a poder vivenciar experiencias de aprendizaje nuevas", comentó la directora de la Escuela Héctor Jorquera Valencia, Eduviges Castillo, beneficiaria del programa Momat. 

Momat: El programa chileno que hace entretenidas las matemáticas

El proyecto Momat cuenta con el apoyo de Acciona Energía, empresa que opera en la zona con un parque eólico de 45 MW, el primero que construyó en Latinoamérica hace una década. Su compromiso no solo es generar energía limpia, sino también contribuir al desarrollo educativo de las comunidades locales del país. 

Según, Jaime Toledo, director general de Acciona Energía en Sudamérica, vieron una gran oportunidad en Escuela Héctor Jorquera Valencia "de contribuir al aprendizaje de las matemáticas de los niños pequeños. Porque nuestro ideal en el largo plazo sería que la gente que trabaja en nuestras plantas de generación de energías limpias, sea gente de la zona, de gente local. Y la mejor forma de generar nuevas generaciones de ingenieros y técnicos es que haya gente que le gusten las matemáticas", dijo y añadió que están "buscando una forma donde combinamos el juego con el aprendizaje de matemática, los unimos y hacemos que sean más naturales y no sean tan estresantes para los niños".

En una clase de Momat, sumar o restar deja de ser un ejercicio de papel para convertirse en una experiencia viva. Los niños saltan, corren, lanzan y se mueven, mientras aprenden conceptos como la adición, la sustracción o los números pares e impares. El método combina educación física y matemáticas, lo que fomenta la colaboración entre ambas competencias.

El programa de Momat se desarrolla en un patio matemático de 75 m², diseñado para incluir a todos los niños y niñas, sin distinción. Estudiantes con movilidad reducida, discapacidad auditiva o trastornos del espectro autista participan activamente de las dinámicas, adaptadas para que nadie quede fuera. La plataforma permite equivocarse, elimina la ansiedad y reduce el sufrimiento por el aprendizaje de las matemáticas.

"Momat es una herramienta pedagógica que básicamente tiene dos pilares: El primer pilar es un pilar de infraestructura donde instalamos un patio matemático en la escuela, ya sea pintado, como lo podemos ver acá o también con polipropileno, con unas planchas que se juntan", explicó Víctor Gutiérrez, cofundador del programa educativo. 

"Ahora, las tres plataformas están directamente dirigidas a los objetivos de aprendizaje de matemática, pero lo interesante de Momat es que no solamente toma la matemática, sino que toma el objetivo de aprendizaje de la educación física. Todo esto del Mineduc y los pone a disposición de los colegios para trabajar los fuera del aula en un patio matemático con 100 actividades entre primero a cuarto básico", añadió.

Los juegos del programa Momat son dinámicas que duran entre 30 y 45 minutos, todas grupales y colaborativas. Se realizan dinámicas de equipos y los contenidos que repasan van desde reconocer números pares e impares, líneas del plano cartesiano y mucho más.