Karen Doggenweiler se sincera sobre su paso por el Festival de Viña: dejó al descubierto especial cábala

La animadora llegará al escenario del Festival de Viña del Mar con 35 años de carrera en televisión.
En un adelanto de la próxima edición de la revista Velvet, Karen Doggenweiler, el rostro ancla de Mega, reconoce que tras 35 años de carrera, logró uno de sus mayores sueños en su vida profesional.
La animadora confiesa que cuando le preguntaron si quería animar el Festival de Viña aceptó de inmediato y se emocionó hasta las lágrimas. “Sí, lloré, obvio que me emocioné… Me siento contenta y plena. Llego más grande y fortalecida a Viña”.
Además, en esta entrevista, cuenta que durante su paso por Viña a pesar de que estará sin su familia debido a compromisos laborales y de estudio, ella prefiere estar full concentrada en su trabajo. Pero de igual modo afirma que siempre están muy conectados y que incluso han opinado sobre sus looks. Respecto a si tiene alguna cábala para enfrentar este desafío, la animadora comparte: “Siempre ando con mi Virgencita, que hasta le faltan sus manitos por tanto acompañarme. La tengo en mi velador y se la he dado a mis hijas, pero al final siempre terminan devolviéndomela, porque dicen que me cuida a mí. Esa me la regaló mi mamá”.
El desafío de Viña 2025 para Karen Doggenweiler
Frente a este nuevo desafío, uno de los más importantes de su carrera, en este diálogo con la periodista Paulina González, la animadora dijo: “Me siento contenta y plena. Llego más grande y fortalecida a Viña… Es un sueño que acariciaba hace mucho tiempo, que anhelaba y que por fin se materializa. Tantos años, casi 35 años de carrera, siempre con programas de tanta cercanía con la gente. Llegar a la Quinta Vergara lo veo como un regalo, como un premio precioso. A lo mejor lo tenía un poquito olvidado, porque no lo hice en TVN, pero me cambio de canal y justo Mega postula al festival”.
Consultada sobre cómo miraba en años anteriores que otros animadores quizás con menos experiencia se subieron a este escenario, cómo manejó el ego en esos momentos. “No tengo ese tipo de ego tan desarrollado, y al mismo tiempo no creo que haya que penalizar la ambición. En Chile tendemos a hacer eso y no es bueno. Internamente siempre lo viví como ‘bueno, no fue no nomás’, con mucha tranquilidad y muy consciente de mis capacidades. Siempre, siempre, siempre. Muy consciente de mi carrera, de mi trayectoria, de mis habilidades, de mi versatilidad, de mi profesionalismo, de lo rigurosa y matea que he sido siempre”.
También detalla cómo fue el momento en que los ejecutivos de Mega le preguntan si ella quiere ser la animadora del Festival de Viña. “Fue súper emocionante porque me citaron a una reunión en el Magnolia, un hotel muy bonito que está en el centro de Santiago. Fue un almuerzo y yo no sabía qué pedir. Pedí una sopa, un consomé, prácticamente me atraganté con el consomé. Y ahí Javier Villanueva (director ejecutivo de Megamedia) me da esta noticia tan linda; fue precioso. Fue un sí, un grito interno, una alegría muy emocionante… Sí, lloré, obvio que me emocioné”.
En cuanto al reto que implica llegar a Viña, plantea que “puede ser un mensaje potente para muchas mujeres. No hay que dejar de soñar, no hay que tener miedo, la vida se abre paso siempre y llegan noticias lindas a cualquier edad, no solamente a los 20 o a los 30. Me siento más madura, valoro todo, es una linda edad, de mucha plenitud… He estado en todas las posiciones. Faltaba el escenario, realmente faltaba la animación, es la guinda de la torta. Soy muy fanática del Festival de Viña”, reconoce Karen Doggenweiler a Velvet.

