El estallido de la Generación Z en Nepal: el antes y después del Hotel Hilton Katmandú se convierte en ícono
Las violentas manifestaciones en la capital de Nepal dejaron un saldo trágico, con al menos 25 muertos y numerosos edificios emblemáticos en llamas.
Imágenes aéreas capturadas este miércoles revelaron el devastador estado del Hotel Hilton en Katmandú, que quedó carbonizado tras ser incendiado durante el estallido social que sufrió la capital de Nepal. Los disturbios se gatillaron como parte de un movimiento anticorrupción que ha dejado a su paso una estela de destrucción y muertes en la ciudad asiática.
Los incidentes de violencia no se limitaron al hotel, ya que varios edificios gubernamentales, incluyendo la Corte Suprema, el Parlamento y residencias de ministros, sufrieron ataques similares. La situación se tornó crítica y solo se calmó tras la renuncia del primer ministro nepalí KP Sharma Oli.
La crisis en Nepal se desencadenó por una prohibición de redes sociales anunciada la semana pasada, que generó una oleada de descontento entre jóvenes y activistas. Aunque la medida fue revocada el lunes, la respuesta de la policía, que incluyó el uso de gases lacrimógenos y balas de goma, intensificó las tensiones y provocó un aumento en la violencia. La generación Z se volcó a las calles y desató su descontento contra la clase política nepalí.
El Ministerio de Salud de Nepal informó que el número de muertos en las protestas ha ascendido a 25, mientras que más de 633 personas resultaron heridas. Este es uno de los episodios más alarmantes de descontento social en las últimas décadas en el país asiático, que ha sido golpeado por la pobreza y la corrupción.
Objetivos del estallido de la Generación Z contra los políticos en Nepal
Las manifestaciones, que inicialmente comenzaron en redes sociales con etiquetas como #nepobabies, se centraron en la corrupción y el nepotismo que, según los jóvenes, han afectado gravemente a la nación. La detonante decisión de bloquear 26 plataformas, entre ellas Facebook, Instagram y X, fue vista como un ataque directo a la libertad de expresión, lo que llevó a la Generación Z a salir a las calles en un número masivo.
La violencia se extendió a varias residencias de líderes políticos. Las casas de Sher Bahadur Deuba, presidente del Congreso Nepalí; Ram Chandra Poudel, presidente del país; y Ramesh Lekhak, ministro del Interior, fueron atacadas. Además, la residencia del primer ministro Oli en Balkot fue incendiada, mientras que las imágenes en redes sociales mostraron la propiedad envuelta en llamas.
Otro edificio que sufrió la furia de los manifestantes fue una escuela privada de Arzu Deuba Rana, esposa de Deuba y actual ministra de Relaciones Exteriores. También se registraron actos de vandalismo en las sedes de varios partidos políticos, incluyendo el Partido Comunista de Nepal (Marxista-Leninista Unificado), liderado por Oli.
La imagen del Hotel Hilton de Katmandú totalmente incendiado se ha transformado en uno de los tantos íconos del alcance de las manifestaciones y del rechazo de la Generación Z contra la clase política de un país marcado por la pobreza y los beneficios de un pequeño grupo de dirigentes políticos.
Las protestas han sido calificadas como el movimiento de la Generación Z, refiriéndose a aquellos nacidos entre 1995 y 2010, quienes han expresado su creciente frustración hacia los partidos políticos tradicionales, a los que acusan de fomentar un sistema corrupto.
