En Aquí Somos Todos conocimos y nos activamos por la gran historia de las tejedoras del Hogar San Carlos, quienes se dedican ayudar a familias de escasos recursos.

Llegamos hasta el Hogar San Carlos de la comuna de Recoleta, donde ocho mujeres descubrieron que su vida no se está terminando, muy por el contrario, está recién empezando.

Hay quienes pensarán que la tercera edad es el invierno, el ocaso, pero lo cierto es que en realidad esta etapa de la vida es una obra de arte.

“Para mí envejecer es como llegar despacio, muy despacio hacia donde no queremos llegar, por las canas, las arruguitas, por el qué dirán, pero envejecer es lo más maravilloso que existe en el universo”, expresó Paquita Vargas, de 85 años, quien vive en este hogar.

Las tejedoras solidarias

A través de talleres, este maravilloso grupo de mujeres descubrió un nuevo propósito, una nueva motivación. Ellas tejen porque les gusta y las mantiene activas, sin embargo, también lo hacen para ayudar a quienes más lo necesitan.

“Para ellas es fundamental tener un sentido de responsabilidad y colaboración a la sociedad, eso las motiva para que despierten cada día teniendo una actividad responsable y humana”, señaló Pilar Martínez, directora del hogar.

Este lugar está habilitado y condicionado para que estas mujeres puedan estar tranquilas y tejer sus historias. Acá la actitud, el entusiasmo y el amor por la vida son el motor para seguir avanzando.

Estas mujeres viven con pasión y hoy todos juntos reconocemos el valor de sus historias de vida y de sus experiencias. Por eso en Aquí Somos Todos nos activamos para brindarles un espacio tranquilo y adecuado para que puedan seguir ayudando a quienes más lo necesitan.

Síguenos en