Es diseñadora gráfica y voluntaria de agrupaciones animalistas. Michell creció acompañada de mascotas, ya que su familia es fanática de los perros al igual que ella. Luego de vivir sola durante un año, Michell no soportó más y decidió tener un perro que adoptó, pues está en contra de la compra de mascotas. A través de redes sociales vio una foto de un quiltro negro llamado Diego que estaba en adopción e inmediatamente sintió que era la mascota que buscaba.

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